Nancy era una chica moderna de la época, que trabajaba, que tenía una cara preciosa y unos cabellos que permitian todo tipo de peinados, un ropero lleno de conjuntos para todas las ocasiones, su dormitorio, su maleta, sus postizos, bolsos...Una muñeca con la que jugar a cómo te gustaría ser de mayor.
Nancy creció contigo, compartio tus buenas y malas notas...¿Cuantas veces le intentastes cortar el pelo?, seguro que compartíasis secretos...
Ahora Nancy ha decidido que ya es hora de volver a encontrarse con sus amiguitas de entonces, y por qué no, de hacer nuevas amigas. Por eso, tu Nancy de Famosa está aquí con sus mejores galas, para que ya no solo la tengas en tu corazón, sino que la puedas ver y disfrutar cada día.
En los años 60, cuando comenzaba a llegar a los hogares la televisión en color (y no había mandos a distancia, ni hacían falta, porque solo existían dos canales), cuando papá compro aquel coche nuevo cuadrado y precioso, cuando la paga semanal de un niño era de unas 25 pesetas (¡y te llegaba!) cuando se merendaban bocadillos mientras las niñas jugaban a la comba, y a papás y mamás y los niños a las canicas y a las patrullas (y, por supuesto, las niñas no jugaban con los niños, "porque los niños eran tontos y brutos"), y las comuniones y cumpleaños todavía eran algo de niños frente a un chocolate caliente y una tarta con mucho merengue, cuando las faldas eran cortas, los cabellos largos y los pantalones de campana, cuando el cine comenzaba por el NO-DO...nació una muñeca, Nancy, que poco a poco fue convirtiéndose en una amiga, en una hermana mayor, en una compañera de juegos y de sueños para muchas niñas españolas.
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